Practicar raquetas de nieve en la zona del Anayet es un auténtico lujo. Además en invierno podremos «ahorrarnos» la farragosa pista de asfalto que sube al parking de anayet de la estación de Aramón.
Nos desplazamos desde el coche por detrás del telesilla. Éste está ubicado al lado de la cafetería. Tenemos un tramo paralelo a las pistas. En seguida guiramos para adentrarnos al barranco de Culibillas.
Tenemos que tener muy en cuenta que la actividad de raquetas entraña peligros. Salir a la montaña en invierno sin la ayuda de un profesional puede ser peligroso. Las avalanchas son un peligro constante que siempre está ahí. Por ello la ayuda de un guía, que nos recomendará las “zonas seguras” y los sitios por donde será recomendable moverse según que días. Esta, además es una zona especialmente delicada.
Llegar hasta los ibones no es fácil. Hay que estar en forma ya que la subida en algunas partes de la ruta es empinada. Además el camino poco uniforme pondrá a prueba nuestra técnica de progresión con raquetas.
Los ibones, debido a la nieve los intuimos. Pero el Anayet, otro antiguo volcán, se deja reconocer fácilmente. A su izquierda, más amable, el Vértice del Anayet.
La subida al collado de Anayet decidirá si conseguimos llegar a la cumbre o nos damos la vuelta. Es la subida más empinada de la ruta. La nieve podría estar dura. Con esta pendiente las raquetas pueden ser más molestas que útiles.
Collado del Anayet.
Otro de los puntos claves. Si la nieve está muy venteada y dura no es recomendable subir. Ya falta poco pero… Las rocas pueden quedar al descubierto, y las placas de hielo nos podrían hacer resbalar.
Si la nieve esta en condiciones y llegamos a la cima, las vistas son increíbles. Además de Anayet justo enfrente, observamos el Midi, algunos de los primeros tresmiles del Pirineo…
Una ruta preciosa y emocionante, pero difícil y exigente. No recomendada para iniciarse.
Puedes contratar tus actividades con raquetas para este invierno aquí.
Trackbacks/Pingbacks